Otro de los vehículos más icónicos de la industria automovilística estadounidense y mundial, el Dodge Charger es sin duda historia viva de este sector.

Este modelo fue sacado a la luz en el mercado de 1966 y desde entonces acumula un total de siete generaciones comercializadas a nivel mundial con miles y miles de unidades vendidas.

El Charger es un automóvil muy reconocible dada su carrocería tipo sedán con cuatro puertas y su marcada estética Dodge con esa carrocería musculosa y esas líneas deportivas que transmiten fuerza en estado puro.

La propia marca lo denomina la encarnación de la fuerza. Una auténtica bestia con 5 metros de largo, una distancia entre ejes de 3 metros, espacio para cinco adultos y un maletero de 467 litros de capacidad.

La firma estadounidense ha estructurado en diferentes versiones al coche americano por excelencia, teniendo disponibles los acabados SXT, GT, RT, Scat Pack Widebody, SRT Hellcat Widebody y el jailbreak. 

La versión más accesible y de entrada a la gama del Charger está equipada con un motor de gasolina V6 de 3,6 litros que desarrolla una potencia de 296 CV. Dicho motor está disponible también con 304 CV de potencia.

Su versión más endiablada se trata del tope de gama, con un motor SRT HEMI V8 de 6,2 litros con ni más ni menos que 808 CV de fuerza.