El Jaguar I-Pace supone una auténtica revolución para la firma británica. Se trata de un SUV compacto, con una gran cantidad de tecnologías que mejoran la experiencia del conductor a niveles extremos.
Para Jaguar, sin duda, su apuesta por el futuro de la automoción y los vehículos eléctricos lleva un nombre, y viene acompañado de este novedoso y tecnológico vehículo.
Con el I-Pace, los británicos pretenden combinar en un único producto, un deportivo de cinco plazas, inteligente, eléctrico, no contaminante, de carácter familiar, y deportivo. Además, destaca por tener una autonomía eléctrica competitiva, y tiempos de carga reducidos, que harán de este producto una alternativa real a un SUV premium tradicional como, por ejemplo, el Evoque.
La batería y los motores del I-Pace han sido diseñados y desarrollados por Jaguar-Land Rover para ofrecer una eficiencia eléctrica más que sobresaliente.
Con un rango de más de 500 kilómetros de autonomía en el ciclo NEDC, un usuario habitual podría cargar sus baterías solo una vez a la semana.
Equipado con tecnología probada en otros modelos, el I-Pace presenta una dinámica de conducción excepcional unida a un manejo sobresaliente. Para alcanzar estos halagos, combina dos motores eléctricos increíblemente compactos. Estos, se integran en los ejes delantero y trasero y ofrecen una potencia combinada de 400 CV.
Estos propulsores eléctricos también se combinan para permitir disfrutar de tracción a las cuatro ruedas, mejorando así la dinámica y la tracción en todas las superficies y climatologías.
Además, por si fuera poco, estos motores proporcionan una respuesta inmediata sin alguna demora posible, sin cambios de marchas ni interrupciones.