E-Fuel: El combustible sintético salvador de los motores clásicos
La EFuel Alliance asegura que su idea es tener este combustible en funcionamiento para 2025
Aunque la búsqueda de fuentes de energía alternativas para la alimentación de los motores de combustión interna lleva siendo un tema de trabajo desde hace décadas, recientemente se han acelerado los procesos ante la más que probable prohibición de vender coches nuevos de combustión en Europa a partir de 2035.
A la espera de que esta medida se apruebe de forma definitiva, países como Alemania e Italia abogan por incorporar también el combustible sintético o E-fuel entre lo que sí estará permitido más allá de 2035, un carburante alternativo y neutro en carbono que puede suponer la salvación de los motores tradicionales.
E-Fuel, así es la salvación de los motores de combustión interna
El E-fuel es un combustible obtenido a partir de Hidrógeno (H2) y dióxido de carbono (CO2) capturado de la atmósfera. Por un lado, tenemos el CO2, que se obtiene a través de torres de absorción que funcionan como una esponja, y por otro lado tenemos el Hidrógeno Verde, obtenido del agua del mar mediante la electrólisis con electricidad procedente de fuentes de energía renovables.
Al combinar ambos elementos se obtiene el metanol, que se convierte en gasolina sintética. Este último paso genera calor, el cual se reutiliza para generar el vapor empleado en las torres de absorción de CO2.
Este combustible es limpio, y además es neutro en carbono tanto en su fabricación como en su combustión, ya que la cantidad de dióxido de carbono capturado de la atmósfera para su elaboración será el que se liberará por el tuvo de escape de los vehículos una vez se realice la combustión.
Todas las empresas involucradas en la generación del E-fuel forman parte de la llamada eFuel Alliance. Sin embargo, el coste de desarrollo de este carburante sintetizado sigue siendo elevado, por lo que de momento su producción es muy reducida y se limita a investigación y desarrollo.
Según la eFuel Alliance, la idea es ir reemplazando parte de la gasolina derivada del petróleo por combustible sintético. Se prevé que, en 2025, el e-fuel represente un 4% de cada litro de gasolina repostada, pasando a un 42% en el año 2035. Llegaría al 80% en 2040 y su objetivo es alcanzar finalmente el 100% en el año 2050.