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La primera multa por exceso de velocidad de la historia

El 28 de enero de 1896 tuvo lugar por primera vez una multa de tránsito. Un fabricante de vehículos de origen británico superó la velocidad máxima de 3,2 kilómetros por hora y fue un escándalo.

En 1895 el ingeniero alemán Karl Benz había revolucionado el mercado con la invención del primer vehículo traccionado a través de un motor. El británico Walter Arnold viajó a Alemania a conocerlo, se trajo un motor Benz de 1 ½ hp y no dudó en comprar la licencia para poder fabricarlos manteniendo el mismo diseño pero fabricando su propio motor. El diseño de esos primeros autos no se apartaba demasiado de los carros tirados por caballos. Su precio de venta era de 130 libras.

El martes 28 de enero de 1896 pasaría a ser histórico. Ese día el británico conducía por Bradbridges road, y aparentemente lo hacía arriba de las dos millas permitidas.

Para entonces, el Parlamento había aprobado un paquete de leyes, que hacían hincapié en varios aspetos: en la cantidad de tripulantes por vehículo, a la velocidad, a la placa identificatoria que debía exhibir y al peso máximo que cada unidad debía respetar.

 

En un principio, la velocidad máxima en la ciudad era de 2 millas. El vehículo de Arnold atentaba casi contra todas las normas: circulaba a más de 2 millas por hora y no tenía el cartel que identificara al dueño, así como tampoco su dirección. Además, como detalle importante a destacar: conducía sin que hubiese alguien unos pasos adelante indicando su paso a los peatones con una bandera roja.

Conducía un Arnold Benz Motor y fue detenido por un policía que para conseguir atraparlo tuvo que perseguirlo varios kilómetros en su bicicleta, gritándole que se detuviera.